jueves, 4 de noviembre de 2010

2.Rearraigar lo Desarraigado


Para el segundo capítulo, Bauman vuelve a utilizar palabras y definiciones de varios autores como: Pico della Mirandola (en siguiente fotografía), Freud, o Pierre Rosanvallon.
Sin embargo, en este capítulo sigue un hilo argumental con una idea principal que se recoje en el individualismo de la sociedad.


Bauman comenta en este capítulo cómo autores como Rosanvallon hablaron del conflicto interior que conllevaba el hecho de la aparición de forma aguda de la individualidad que incluso afectaría a los valores humanos.
Por otra parte, la libertad la gozarían sólo unos pocos que por su alto nivel adquisitivo podían disfrutar de la libertad, así como de la seguridad, no siendo así en el resto de la sociedad que intercambiaba la libertad (siendo sometido al rico) para gozar de seguridad, la cuál se la brindaría el rico.


"Las fortificaciones defensivas de la vida civilizada, ostensiblemente necesarias, se habían convertido rápidamente en el próximo objetivo estratégico de las guerras de emancipación en marcha; en otro obstáculo que eliminar en el camino del progreso imparable hacia la libertad".

A medida que nos adentramos en el segundo capítulo, Bauman esboza el pensamiento de Freud sobre los privado en el ser humano, por ello expone que según el autor existen las privaciones que afectan a todos, las que afectan a un grupo en concreto y las que afectan a un sólo individuo, las cuáles (añade Bauman) que son: Amargas.

También se recoge en este segundo capítulo una salvedad para el autor: "La satisfacción de una parte depende de la represión de otra, quizá mayor.

  • Con esta idea, Bauman enlaza con la aparición de la Revolución industrial donde el individuo dejó su libertad en el campo para buscar en el éxodo rural una mejor forma de vida, en la cuál debe formar parte de las ganancias de un jefe.


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